Recupera el placer sexual

Recupera el placer sexual

El cuerpo humano, además de ser una herramienta facilitadora para movilizarnos y realizar acciones, funciona como medio de comunicación eficaz cuando se aprende a interpretar su lenguaje. La expresión corporal puede reflejar las sensaciones internas y enviar constantemente información sobre los estados de ánimo de las personas.

Según distintas visiones, cada parte del cuerpo se relaciona con un aspecto de la vida personal del individuo.  De  esta manera, la manifestación de dolor o tensión en ciertas zonas corporales se puede interpretar como mensajes que el cuerpo envía para informarle al individuo qué áreas de su cotidianidad no están funcionando correctamente y necesitan atención.  Por ello, para poder descifrar la información que el organismo quiere transmitir es importante descubrir dónde se producen los síntomas y los órganos relacionados con ellos.

Un ámbito de la vida personal de las personas en el cual este autoconocimiento de sensaciones corporales resulta importante es el sexual.

 La satisfacción sexual está vinculada, en parte, con la aceptación de la imagen corporal. Por ende, si una persona se encuentra en negación con su cuerpo, esto entorpecerá su búsqueda del placer sexual. En este proceso,  las imágenes corporales, creadas desde la infancia y durante la adolescencia, y las experiencias negativas pueden generar contrariedad y malestar en los individuos, ocasionando una desconexión de sus sensaciones corporales y haciendo que éstos desconfíen y, en ocasiones, ignoren lo que se puede sentir o expresar. De esta forma, el rechazo hacia el propio cuerpo crea un distanciamiento del placer e imposibilita la conexión plena con la pareja de persona, generando frustración y decepción. Además de esta negación hacia la imagen corporal,  la historia personal del individuo, la cual engloba las situaciones familiares y experiencias sexuales, ocasiona que se graben connotaciones negativas en la mente de las personas, entorpeciendo, igualmente, el placer sexual.

 Sobre esta realidad, la perspectiva psicocorporal explica que las tensiones musculares profundas y crónicas ocasionadas por presiones psicológicas externas e internas actúan sobre el  sistema nervioso, disminuyendo las sensaciones e intensidad de la información que mandan los sentidos. “En el aspecto sexual, la pelvis es la zona corporal en la que suele producirse mayor distanciamiento, ya que es donde suele concentrarse y grabarse la historia, generalmente negativa, vinculada al sexo y al placer. Por ello, para muchas mujeres, la zona pélvica es un área de conflicto que acarrea diferentes disfunciones sexuales o patologías vinculadas a los órganos contenidos en ella”, explica la Dra Nayibe Aguilera, psicólogo clínico y facilitadora de Técnica Psicocorporales para procesos individuales y grupales de Energía Vital Activa.

 Ante esta situación, es importante que, a partir del trabajo psicocorporal, se emprenda un proceso de autoconocimiento que le permita a las personas involucradas reconectarse en el presente y con las necesidades sexuales naturales de su cuerpo para poder alcanzar, de nuevo, el disfrute y goce.  “Al integrar mente y cuerpo, las técnicas psicocorporales permiten la posibilidad de flexibilizar las creencias y soltar los prejuicios, despertando las  zonas dormidas y bloqueadas del organismo. De esta manera, las personas tendrán nuevas oportunidades de sentir y reaprender desde una relación sana con ellos mismos”, aclara la Dra. Aguilera. 

CONTACTOS